Eurovisión se acerca. Y como todos los años las casas de los eurofans se llenan de banderas, de música y de fiestas pre-festival. Y para calentar boca, más aún, la BBC británica grabó un programa especial sobre el sesenta aniversario del programa de televisión más antiguo del planeta, que reune a más de 200.000.000 de televidentes año tras año, incluso con las críticas de muchos. Pero lo cierto es, que Eurovisión arrastra masas , y su audiencia así lo certifica.
Yo no soy eurofan, ya que serlo implica unas caracterísitcas que yo no tengo. Me gusta Eurovisión, sí, y mucho. Pero esto no es suficiente. Ser Eurofans es "amar eurovisión", seguir eurovisión durante todo el año. Conocer a los artistas participantes, e incluso a los artitas que no consiguen ser seleccionados por sus propias televisiones.
Ser eurofans es poseer una cultura musical, e incluso lingüística impresionante. Y obviamente yo no poseo ni lo uno ni lo otro. Soy un incondicional de eurovisión, eso sí, pero esto no me convierte en eurofan.
Y cuento todo esto de los eurofans, porque en algunas ocasiones no estoy en absoluto de acuerdo con lo que piensan y opinan. No todos, por supuesto, pero en algunos casos, determinados comentarios se convierten casi en "virales" en las redes sociales, y esto me parece terrible.
Y todo esto tiene que ver con la participación de Rosa López en la Gala de celebración de los sesenta años de Eurovisión, ya que en determinados foros eurovisivos se criticó, y mucho, la actuación de Rosa López, nuestra Rosa de España. ¿Por qué?, según algunos porque "desgañitaba".
Después de ver, oir, y sentir la actuación "EN DIRECTO" de Rosa López, lo único que puedo añadir, en mi humildísima opinión, es que la actuación de Rosa López rozó la actuación de lo que llamariamos una "verdadera diva". Con un traje rojo espectacular, con un escotazo de infarto y unos tacones de más infarto, Rosa hizo suya las canciones que interpretó.
Una buena actuación, en una estupenda gala, en la cual se repasaron los sesenta años de la historia de Eurovisión, sesenta años de historia de la música, y por supuesto, los sesenta años de la historia de la televisión.
Un lujo de programa, que las televisiones europeas irán emitiendo poco a poco, y algunas otras del mundo también.
En definitiva, digna gala, entretenida, divertida, y que gustará a los eurofans, y también a la gente a quienes la música les entretiene. Además, los "recuerdos" musicales perviven, y con esta gala volveremos a nuestra "infancia" en familia delante de la televisión (en blanco y negro en muchos casos), cuando este Festival "era" el programa "del año".
23-08-2015 | nosgustas.com
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