Todos estaremos de acuerdo, no por lo que los “especialistas” digan sino porque hemos pasado por ello, que la adolescencia es una de las etapas más intensas de toda nuestra vida. Pasamos de ser “niños” a ser “adultos”, comenzamos a tener responsabilidades “serias” y se nos valora por ello, redescubrimos la importancia de las relaciones sociales y afectivas con los demás, y tenemos nuestro cuerpo y mente revolucionados por hormonas, hormonas y más hormonas…
En pleno proceso de diferenciación de los padres y de nuestra vida como "niño", lo último que queremos es ser “diferentes” a los iguales. Necesitamos reafirmar nuestra identidad en contraposición al resto, pero pareciéndonos a los que en ese momento son los nuestros y si conseguimos la integración social ya lo tendremos todo.
Pero en nuestra sociedad esto se complica si encima no eres heterosexual, según publican en la página web paperblog.com
Para leer el interesantísimo artículo en el cual nos "indican" el camino que debemos seguir para "acompañar" a nuestr@ hij@, pinchad directamente aquí.
© 2014 - 2024 Development by Clara Díaz Fonticoba. All Rights Reserved.