En Berlín, Alemania, la ciudad de la libertad, también existen casos de intolerancia sexual, y no pocos. Como ejemplo, los datos de 2013, año en el cual se descubrieron veintinueve casos de bodas concertadas con jóvenes homosexuales, tanto musulmanes como católicos. Y cuando decimos bodas concertadas, se trata de "bodas concertadas por obligación", para evitar que el hijo o la hija sigan con su "homosexualidad".
El último caso conocido es de un joven berlinés, musulmán de ascendencia libanesa, quien salió del armario con quince años, y desde ese momento sufrió amenazas continuas de sus familiares más cercanos, llegando incluso a ser secuestrado por su padre y sus tios.
Los hechos son de película. Su padre y sus tios le drogaron y le llevaron en un coche hacia el Líbano para casarle con una mujer, pero en la frontera con Bulgaria, les detuvieron, y el joven Nasser denunció los hechos, y destapó en una rueda de prensa lo que ocurre a muchos homosexuales.
El pasado jueves salió la sentencia, en la cual se puso de manifiesto los tres últimos años de amenazas y agresiones continuas, a parte del secuestro.
El resultado final ha sido una multa de 1.350€uros por secuestro, pero se ha conseguido poner "cara y voz" a este tipo de barbaridades que siguen ocurriendo en el mismo corazón de la vieja Europa "igualitaria".
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