El presidente de Eslovaquia, Andrej Kiska, calificó hoy de "daño para la convivencia" el referéndum para vetar el matrimonio y la adopción de hijos por personas del mismo sexo, cuyos resultados se invalidaron debido a la baja participación.
"En los hogares, los lugares de trabajo, las iglesias de Eslovaquia han crecido unas emociones de enemistad insalvables", dijo el jefe de Estado en una alocución al país, según publican en la página web eldia.es
Ante esta situación, Kiska hizo un llamamiento a que los eslovacos salven esas diferencias y "vuelvan a hablar entre ellos".
Además, mostró su "desencanto" porque en algunos aspectos de la campaña "se sobrepasaron las fronteras de la decencia como nunca antes".
Se trató de una campaña en la que, en opinión de Kiska, se vertieron muchas "opiniones ofensivas" y en la que una parte de la ciudadanía -en referencia al colectivo de lesbianas, gais, bisexuales y transexuales (LGBT)- no acudió a los debates por "miedo".
El mandatario resaltó que "nada cambia" tras el referéndum del sábado, ya que la Constitución sigue definiendo el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer.
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Fotografía por la lavoce.sk
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