¿Cansado de salir del gimnasio con la sensación de haber perdido el tiempo? Aquí van unos consejos para evitar ese sentimiento amargo.
Si realizas una actividad de la misma manera y durante un tiempo prolongado, se convierte en una rutina.
Muchas veces vamos al gimnasio con el tiempo justo y lo hacemos todo con mucha prisa. Te recomiendo que vayas con tiempo de sobra y sin ninguna prisa, así, si no te da tiempo de hacer todo lo que llevabas en mente puedes quedarte el tiempo que necesites para ello aunque esto suponga estar una hora más en el gimnasio.
Otra situación muy frecuente es encontrar compañeros y amigos que habitualmente van a la misma hora y comparten la misma rutina que tú en el gimnasio. Es bueno que lleves un plan de entrenamiento organizado, bien por un entrenador personal o bien por ti mismo y procures cumplirlo lo mejor posible.
También es recomendable que el plan de entrenamiento no sea muy estricto, sino algo flexible, ya que puede ocurrir que la máquina que deseas utilizar no esté disponible en ese momento o que haya ciertos días que te apetezca más hacer cierto tipo de ejercicio más que otro. Así, si un día quieres hacer 30 minutos más de bici en vez de otra máquina, puedes adaptar tu plan personal y ajustarlo para el próximo día. Lo importante es buscar un equilibrio que termine cumpliendo tus metas.
Si realizas una actividad de la misma manera y durante un tiempo prolongado, se convierte en una rutina; ya sea en nutrición, deporte o en cualquier otra cosa. Así como para ciertas cosas (como en el amor) puede convertirse en algo negativo, cuando hablamos del gimnasio es algo muy positivo.
Puedes empezar poco a poco e ir aumentado en cantidad e intensidad, según como te vayas encontrando y los objetivos que quieras fijarte. Cuando tu cuerpo se acostumbre no podrás pasar un día sin entrenar, el cuerpo solo te lo pedirá y te apetecerá cada vez más acudir al gimnasio.
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