Toda la gente que nos seguís, conocéis nuestra filosofía, y habitualmente no damos noticias sobre "actos homófobos". Preferimos dar la noticia cuando se detiene a los culpables, o cuando se les castiga penalmente, pero las excepciones son la excepciones, y es que uno de nuestros colaboradores nos ha contado la historia de una pareja de chicos. Y uno de ellos nos ha mandado su "visión de las cosas". Y tal cual la hemos recibido, la reproducimos, porque la historia "no es bonita", y es triste que sigan pasando estas cosas en el 2.014.
El título es "Cumplir los 44."
Que cumplas 44 años y empieces a ver los resultados de todo lo que ha pasado tiene su aquel. Todo empezó hace poco, si os digo la verdad, parte de todo el problema es de un barrio que está bastante dejado de la mano de nuestro Ayuntamiento, y de como pueden manejarte una serie de personajes para hacerte la vida incómoda.
He llevado mi vida gay de lo más natural posible, disfrutando de los buenos momentos, intentando llevar los malos de la mejor manera posible.
Operado de un carcinoma, meniscos rotos, ligamentos anteriores cruzados rotos, obesidad, hipertenso, tomando pastillas para esto y aquello... En fin, que vosotros diréis que si se han tomado soluciones para esto, y os digo que sí, pero todo tiene un límite, más cuando no estás cómodo viviendo en un lugar que un dia llamabas casa, tu casa.
Siempre he intentado llevarme bien con los vecinos, contando que donde vivo la mayoría de ellos son de otras étnias y/o culturas diferentes a la nuestra, es además necesario.
Pero un día... Un día decidieron que ya estaban cansados de nosotros, dos hombre viviendo bajo el mismo techo... !Maricones!.
Y desde entonces empezó a ser más complicada la convivencia. La palabra maricón la han tenido en la boca desde siempre, pero ahora más que nunca para dañar, para denigrar, para joder.
Claro,que ser maricón y gordo ya ha sido la gran desventaja.
Tener que aguantar que se sienten en tu puerta, vivo en un bajo, y que hagan ruiditos como de que se está follando, poner la música con el coche en la acera hasta altas horas de la madrugada, sabiendo que te va a molestar, pero ¿para qué quejarse...? No vale de nada... Usar tu puerta como portería de fútbol, para tirar todo tipo de objetos, e incluso que sea pizarra para los niños.
Hubo un tiempo en que cuando nos deshacíamos de cosas se las quedaban ellos, era una manera, en fin, de que nos dejaran tranquilos una temporada, o incluso llegamos a comprarles fruta para que se olvidaran de nosotros.
Pero un día... Se dedicaron a destrozar las paredes de la entrada, y salí a limpiarlo. Y fué en ese momento cuando aprovechó un señora que no conozco de nada para decirle a su niño que no se acercara a la casa, que olía a gato, poniendo cara de asco. Esta escena se repitió dos veces, y ya exploté. Le dije que sólo estaba limpiando lo que ellos estaban destrozando, sus niños, y en ese momento salió mi chico a increparles también. "Ya está bien". El tema se lió bastante, y este enfrentamiento lo usaron para enfrentarse a nosotros, y entre que quién iba a pegar a quién, al final le dije a mi chico que entrara...
Esa misma noche nos llenaron la cerradura de pegamento. Esto sucedió varias veces, aparte de llamar al timbre para saber si estábamos en casa... Terminé desconectándolo.
Todo lo que pasó lo comentamos a la organización LGTBI de nuestra ciudad, y a su Presidente, que me atendió por teléfono y me dijo que se buscaría una solución, y que iba a informarse. Pasó más de una semana sin saber nada, por lo que la tercera vez que nos destrozaron la cerradura puse una foto en Facebook, poniendo su nombre para que supiera lo que había pasado. Desde luego yo estaba muy enfadado y se notó, mis amigos lo notaron y se lo hicieron saber a él, cosa que no le sentó muy bien, y me recriminó mi actitud y la de mis amigos. Mi perfil de Facebook fué denunciado y no pude usarlo durante veinticuatro horas.
Sus siguientes palabras fueron de que mejor nos reuníamos para comentar lo que había pasado, incluyendo lo sucedido con el Facebook, y me dijo que lo demás, lo que nos había pasado con los vecinos estaba ya en manos de Asuntos Sociales y del Ayuntamiento... Básicamente, él se lavaba las manos.
Si os digo la verdad, siempre he considerado que una Organización así debe de estar para ayudar y aconsejar a quién tiene problemas, no a venderse a organismos políticos, o convertirse en politiqueo para ver cuán alto se puede llegar.
Me da igual lo que opinen ellos, a mi me queda la angustia cada vez que salgo de casa, de saber sí voy a poder volver tranquilo, de no tener un nudo en el cuello pensando que esta gente no nos quiere, y nosotros no nos podemos ir, ya que mi chico tiene hipoteca por la casa, que no se puede vender así como así, que he pedido consejo e información para conseguir una vivienda social y me dicen que son varios años esperando y que las tienen en otros barrios de la ciudad, pero zonas igualmente marginales con los mismos o parecidos problemas de convivencia, pagando 150 euros... ¿Eso es un alquiler social? ¿Me meto de Guatemala a guatepeor?.
Llevo nueve años aquí, y por mi salud he ido a peor y no puedo trabajar en muchas cosas, en casi nada, tengo una discapacidad reconocida del 8%, lo que me deja en un limbo que no me vale para nada.
Menos mal que, aunque no cobro, tengo algo de entretenimiento haciendo radio con gente que me quiere y quiero. Siempre estaré agradecido por ello.
La pregunta es... ¿Que hago? Seguir pasándolo mal por lo que parece, ya que ni el Ayuntamiento ni nadie ha dado una solución. Mientras, hay que seguir jodiéndose, dejando que ellos disfruten de un barrio que hace unos años todavía se podía defender. Yo sólo quiero y necesito tranquilidad. Una vivienda que me permita descansar, sin problemas vecinales, sin nadie que te señale por ser maricón y que te haga la vida imposible, ¿es mucho pedir?.
Si me dan la oportunidad os iré poniendo al día de lo que pase, quizás alguna vez pueda deciros que ya está, que estamos mejor, que esto fue algo momentáneo, y que se ha solucionado sin tener más roces con los vecinos, ojalá...
C.A.
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