En el diario español El País se ha publicado una interesante carta de un ciudadano que explica claramente su "forma de vida" en aquel país. Os transcribimos parte de ella, para que veáis ese otro punto de vista que habitualmente no sale en los medios.
Soy gay, judío e israelí. Estoy casado con un hombre y aún no me han matado por ello. Una República Parlamentaria se encarga de proteger mis derechos. Se llama Israel.
Vivo en un oasis en mitad de un desierto llamado homofobia, que se extiende desde el Atlántico hasta el Pacífico. En este oasis mi marido y yo hacemos vida normal. Vamos al cine, a cenar o pasamos un fin de semana romántico en algún hotel de Tel Aviv, Jerusalén o Eilat. “Cama de matrimonio, por favor” es nuestra primera petición. Nadie nos mira raro, porque aquí lo ilegal es ser homófobo. Bendito oasis multicolor de paz y tranquilidad.
Invito a esas personas (habla de miembros de asociaciones LGTBI que atacan constantemente la política de Israel) a que vayan con sus plumas, sus kefias o tacones a Jericó, Gaza o Ramala. Que griten muy, muy fuerte; Free! Free!, pero para que sea el pueblo palestino el liberado de sus gobernantes.
Y si salen de ahí vivas, que nos cuenten su experiencia.— David Yabo.
16-02-2015 | Ubal Araque
Que piensen mal de mi... pero yo soy sencillamente proisraelita!! El islam lo único que ha traído a este mundo es mucha infelicidad!
© 2014 - 2024 Development by Clara Díaz Fonticoba. All Rights Reserved.