Estos tiempos de crisis financiera, económica y según algunos de valores, es una etapa que nuestros hijos también viven. No son personas ajenas al mundo que les rodea y de nosotros como padres y madres depende que entiendan o no la situación.
A un adulto le puede suponer una frustración inmensa el comprobar que de la noche a la mañana es una persona inútil para la empresa y para la sociedad. Esa muerte puede haber sido precedida de momentos de espera angustiosa o más bien, de manera fulminante. Si la capacidad de manejar la situación es superior a todo lo que habíamos experimentado, se tiende a hacer del entorno más próximo que nos rodea una fuente para desahogar nuestra situación.
En esto hay que tener especial cuidado con los niños, quienes aunque los conceptos y las palabras les sean abstractos, incomprensibles, sí que captan en cambio los modos y los gestos de los adultos. Poseen un pequeño radar que es capaz de distinguir si tienes tristeza o si estás enfadado. Por ello hay que ser capaces como padres y madres responsables de hacerles comprender a cada niño, según sus palabras y comprensión, que ellos no son los culpables de que las mamás o los papás ya no tengan trabajo.
Si los niños son mayores, y por lo tanto su capacidad de compresión ya es mayor es mejor explicarles los nuevos cambios que se avecinan, sin necesidad de alarmar pero sin ocultar la realidad. No tendamos a realizar actos de radicalidad desde el principio, sino que vayamos convenciendo al adolescente para que entienda que determinadas actividades ya no serán posibles, y como siempre que él no tiene la culpa. Eso sí, como parte de una familia que es sufrirá las circunstancias y éstas, pasado el primer momento de dolor, de rabia y de rebeldía, le pueden llevar a madurar y a apreciar otras actividades que no exigen tanto dinero.
Por supuesto que la nueva situación en la que uno de los progenitores esté en paro exige cambios, los cuales quizás puedan servirnos para pasar más tiempo con nuestros hijos. Estos momentos que podamos pasar en su compañía pueden ser muy beneficiosos si comprendemos que estamos al lado de alguien único e irrepetible y que nos permite ser parte de su vida y de su formación.
© 2014 - 2024 Development by Clara Díaz Fonticoba. All Rights Reserved.