"Vicios pequeños". El antes y el después de las peliculas gays.
El cine francés siempre se ha caracterizado por ir un paso por delante del resto de cinematografías. Asi pués hacia 1978 Edouard Molinaro adaptó al cine la versión teatral de la famosa obra "La cage aux folles", (La jaula de las locas).
SINOPSIS:
Un maduro homosexual (Michel Serrault) vive desde hace veinte años con su compañero sentimental (Ugo Tognazzi) quien hace años tuvo una relación heterosexual de la cual nacio su hijo Laurent. Cuando éste decide casarse con la hija de un rancio funcionario del gobierno, la pareja tendrá que representar una auténtica farsa para disimular su homosexualidad y causar la mejor impresión posible a sus futuros consuegros, lo que dará lugar a situaciones de lo más rocambolescas ya que entre otras cosas viven en la trastienda del cabaret que regentan.
ANALISIS:
Seria impensable que una pelicula de locazas alcanzara un éxito como el que consiguió en su momento este film francés. De hecho los americanos tuvieron que esperar 20 años para poder hacer el remake de este film con estrellas americanas como Robin Williams o Nathan Lane.
Michel Serrault y Ugo Tognazzi nos brindan unos antológicos personajes donde sacan toda su pluma y su vis cómica a raudales. Es difícil encontrar un film sobre gays tan divertido y sobre todo tan respetuoso con la sexualidad. La pareja, que llevan una eternidad juntos, son un auténtico matrimonio, y hablan y se comportan como tal. Michel Serrault no parece una caricatura y eso es lo que le da credibilidad ya que directamente ves a un hombre comportándose como una mujer que es como de verdad se siente él.
Lo mas divertido del film, como en todas las buenas comedias, son los personajes secundarios. Así pues, los padres de la novia son de los mas secos y casposos, lo cual contrasta, y ya te ves venir lo peor cuando inevitablmente se acerca el momento de que ambas parejas se han de conocer.
Por otra parte, el criado negro interpretado por un mítico Benny Luke nos da alguno de los momentos mas divertidos de la comedia contemporánea, la secuencia del descorche de la botella de champaigne me la pongo a veces en casa para que me alegre el día, ya que es de lo mas desternillante que he visto nunca.
Nuestras locazas dan una lección total y muy muy avanzada a su tiempo de lo que es la libertad sexual. Es decir, que siendo ellos homosexuales no tienen ningún problema ni prejuicio de que su hijo sea heterosexual. Es más, ni siquiera es importante esto en el film, cosa que aún potencia más esa postura ejemplar que tendría que tener cualquier pareja ante sus hijos.
Los padres del novio le quieren tanto que sacrificaran su ego por aparentar una familia tradicional en la cena en la cual conocen a los padres de la novia, dando otra muestra más de tolerancia.
Como podéis imaginar, la cena será un desastre, y saldrá fatal, dando lugar a momentos totalmente hilarantes y superdivertidos.
Este film que a priori era una simple comedia sin mas pretensiones, marcó un hito en la historia del cine gay, y trajo a las masas a los cines a divertirse. De hecho se realizaron dos secuelas mas que no alcanzaron el nivel de la original.
Michel Serrault se alzó con el César al mejor actor protagonista ese año. Y lo más increible es que estuvo nominada a tres Oscars de Hollywood, (Mejor director, mejor guión adaptado y mejor diseño de vestuario).
Dicho de una manera muy apropiada "Vicios pequeños" saco del armario al cine gay a empujones y supuso un antes y un después del cine LGTB.
Os recomiendo que la recupereis y la veáis porque es realmente desternillante. Eso si, la original francesa de 1978 que es la buena.
Nos vemos en unos días con mas peliculas gays, ¡besotes!.
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