"Sólo el que daña a otros por sus principios pierde toda la razón".
Hay quien desde su cómoda posición de ignorante no lo ve, pero es complicado ser diferente.
Casi creemos que sea lógica la discriminación hacia los discapacitados, hacia los extranjeros, hacia los feos, los gordos, los viejos, los pobres, los gais... Si al final parece lo más acertado ese constante ataque por parte de los "normales".
Normales así, entre comillas, porque yo les llamaría gentuza, idiotas sin ideas, sin sentimientos, acomplejados, egoístas, mal criados...
¡Que quede claro que normal no hay nadie! O mejor dicho, normales somos todos.
Y mi crítica no es sólo a la discriminación, sino a algo mucho peor. Algo que engloba la gran mayoría de los problemas a los que nuestro sistema se enfrenta: el egoísmo. Nuestro egoísmo, el gran responsable del conjunto de mierda que forma el mundo que pisamos.
Y me duele ser de ese montón de mierda, porque también me gasto mi dinero en caprichos absurdos, también confío en otro con mas poder para que arriesgue, y también llego demasiado cansado del trabajo como para cambiar el mundo...
Sé que en el fondo todos lo sabemos, y que en general estamos insatisfechos con esta vida de esclavitud al dinero y a las apariencias...
Al final es que sólo hace falta haber nacido para estar vivo... Pero esa no es la vida inteligente de la que presumimos. Al fin y al cabo, es lo mismo que buscan las cucarachas: el alimento, el calor, el bienestar... Ni rastro de la justicia, de la igualdad, del amor, del compartir... todo es puro egoísmo y, por lo tanto, mera supervivencia salvaje...
Es por eso que me exalto tanto ante algunas discusiones, porque tengo tan clara la idea de justicia, y de política, especialmente la política humana, que no se cómo hacerlo entender...
Sé que es solo mi opinión, una opinión mas... Y es tan utópica que "entiendo que no me entiendan". Incluso entiendo no entenderme...
Y yo hoy me siento diferente porque no acepto dar tanto sin recibir. Y me siento diferente porque dedicaría cada segundo a mejorar el mundo, mientras el resto se lo cargan sin contemplaciones.
Y porque quiero una forma de vida tranquila, rodeado de gente, pero también de la tranquilidad y de la confianza que ellos mismos me quitan.
No creo que sea nadie especial, sólo alguien que necesita saberse sensible, receptivo y atento a todas las opciones que me pueden acercar a ese mundo en el que creo.
Tenemos delante, todos, la oportunidad de vencer la crisis económica y, lo que es más importante, aliviar la crisis existencial. Volver a la importancia de lo humano por encima de lo material. Volver a ser "personas de aldea".
Pero tememos el cambio, y nos obcecamos en el placer inmediato.
Espero que pronto esto cambie, y todos podamos partir con las mismas oportunidades. Y espero que nadie se muera de hambre mientras otro se atraganta de marisco...
Espero ser feliz.
Y espero que tú también lo seas.
PERO HAY QUE ESFORZARSE Y TENDERNOS LA MANO PARA CONSEGUIRLO!!
La fotografía principal de Miguel Rodríguez:
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