LA MUERTE DE MIKEL. NUESTRO "FRESA Y CHOCOLATE" DE LOS 80.
Cuando hablamos de cine gay ¿sabemos de verdad a que nos estamos refiriendo? Yo ni puta idea la verdad pero como me gusta hablar de cine en general aqui estoy.
Me refiero a que ni siquiera en los mejores festivales temáticos (conozco unos cuantos y he ganado mas de un premio en ellos), tienen clara la barrera, fina barrera entre cine hecho por gays, cine sobre gays o cine para público gay. Podriamos abrir un foro y cada uno diría una opinión diferente.
Vayamos al grano. Allá por el año 1983 en plena España en ebullición de trasnformación a nivel social y económico uno de los mayores problemas que existía y hasta hace bien poco era el terrorismo de ETA.
Imanol Uribe, un cineasta vasco (aunque nacido en El Salvador) de corte clásico pero buen narrador nos ofreció su mejor film en esta historia basada en hechos reales sobre un militante de la izquierda abertzale (supuestamente etarra) que fué utilizado, humillado y asesinado como reza el titulo del film por su condición de homosexual.
Este largometraje de Imanol Uribe tuvo una notable repercusión en los años de la Transición política española. Supuso también la consagración de Imanol Arias, actor que se encarga de interpretar a Mikel, un joven farmacéutico de Lekeitio, homosexual y militante de la izquierda nacionalista vasca, que aparece muerto en extrañas circunstancias.
SINOPSIS:
Mikel es el joven farmacéutico de un pueblo de la costa vasca no muy grande y en el que la hipocresía, los prejuicios y los cotilleos más crueles están a la orden del día.
Su vida no marcha bien: es homosexual pero no quiere reconocerlo y por ello su matrimonio con Begoña se va a pique. Cuando ésta le abandona, Mikel, en una escapada a Bilbao, se acuesta con un travesti… Del que se enamora siendo además correspondido. La felicidad le dura poco. En el pueblo descubren su relación y comienzan a criticarle por la espalda, mientras que sus amigos le fallan y el partido político en el que milita le excluye de las listas al ayuntamiento.
Algo aún más terrible ocurre: su madre, clasista, puritana y rancia, se muestra dispuesta a hacer todo lo posible para que “abandone su condición sexual”.
Basada supuestamente en la vida del etarra Mikel Kastresana, “La muerte de Mikel” es posiblemente la mejor película de Imanol Uribe y una de las obras decisivas y más arriesgadas de toda la Transición.
Un jovencisisimo y desconocido Imanol Arias da vida de una manera muy solvente a Mikel, un farmacéutico vasco de pueblo que, homosexual y novio de un travesti, es agobiado y finalmente destruido en todos los aspectos por una familia y un ambiente opresivo para ser, además, utilizado por el partido político al que pertenece como mártir cuando previamente en este partido se le había despreciado por su condición sexual.
Uribe traza, en un trasfondo político de incertidumbre y de tumultos, un fascinante, cruel y brutal retrato de la sociedad vasca y española del momento, alejado de todo maniqueísmo posible. Se denuncian las torturas de la policía y, también, el oportunismo de los partidos independentistas vascos, mientras que se se destroza sin piedad a la familia burguesa tradicional, intolerante, hipócrita, clasista y aburrida, y a la vida oscura y sin expectativas de libertad que se daba en los pueblos de la época.
Mikel, acosado por prejuicios sexuales, descubre su homosexualidad y, tras un tiempo de dudas y de odio hacia sí mismo, comienza a exhibirla sin complejos: se convierte entonces en la burla de todos y es dado de lado por sus amigos, por su partido político (le retiran de las listas a la alcaldía) y por su familia.
Únicamente le apoya su novio (que vive en Bilbao), su ex mujer y, en lo que es una sorpresa para la época y un sorprendente apunte contra el maniqueísmo, el cura del lugar, que se niega a ponerse del lado de su madre, que quiere que intente convencerle para que, por lo menos, guarde las apariencias.
El imperdonable atrevimiento del protagonista de la película únicamente puede desembocar en la violencia. “La muerte de Mikel” es una obra maestra del cine español que, demasiado a menudo, es injustamente olvidada y para mi un referente fundamental dentro de lo que es para mi cine gay.
Hecho por heteros o por hermafroditas, que me da igual, pero esta pelicula refleja como pocas que en según que épocas y lugares (hoy mismo ¿Rusia?....) es preferible que crean que eres terrorista a no que sospechen que te las tragas dobladas....
En unos días más cine gay, ¡saludos!
Carlos Dueñas @carloscerone
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