Holanda estaba perdiendo el galardón de ser el país más moderno del mundo. Según las últimas encuestas, españoles y checos, por ejemplo, aceptan más la homosexualidad que los holandeses. El nacimiento de partidos de ideologia extrema que "odian" a los homosexuales está creciendo, pero está claro que quien "tuvo, retuvo", y Holanda siempre ha sido "vanguardia" en derechos sociales, sobre todo su capital, Amsterdan.
Y vuelven a hacerlo. Mañana jueves, el concejal de Bienestar Social presenta, junta con una Asociación LGTBI, la primera organización de atención domiciliaria para gente LGTB mayores.
Se trata de ofrecer a la Tercera Edad LGTB los cuidados habituales a la gente de más edad, pero desde una perspectiva un poco difeenciada, al considerar que existen algunas diferencias, incluyendo en algunos casos alguna forma de discriminación o incluso exclusión.
Como adelanto al inicio de esta actividad, se presentó la investigación "hacia unos mejores ancianos rosa".
En definitiva se trata de llevar a cabo los cuidados de los ancianos LGTBI entendiendo los problemas "particulares" de este segmento de la sociedad, con el fin de prestar una ayuda un poco diferenciada.
Porque sinceramente, ¿os imagináis siendo mayores, y teniendo que callar con el enfermero de turno, o la persona que os limpia en casa, las historias de vuestra vida?. De esta manera, mientras se ayuda al anciano o anciana, esta persona podrá seguir siendo ella misma, sin necesidad de "evitar" comentarios u ocultar su realidad.
Una propuesta formidable que deseamos se copie en muchas otras ciudades.
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