Los secretos de la bisexualidad. Las personas bisexuales se enfrentan a los prejuicios de heterosexuales y homosexuales. Sigmund Freud aseguraba que todos somos bisexuales en potencia. Todavía hoy, el término está envuelto de mitos, desconocimiento y mucha invisibilidad.
Estos son los cuatro titulares que publicó el diario español El Mundo hace unas semanas. Y tenemos que darles la razón en todo. Y es que los bisexuales son "invisibles" para una parte importante de la gente LGTBI. Y eso que la "B", es de Bisexual, una parte más de la sexualidad humano a considerar.
En el artículo de referencia, el diario El Mundo cuenta la historia de una mujer bisexual:
E.M. tiene 34 años, es mujer pero guardaremos su anonimato. Confiesa que cuando empezó a sentirse atraída por personas de su mismo sexo pensó: "Debo ser lesbiana". Sin embargo, había algo que no cuadraba en esa etiqueta. "Sentía que no encajaba en ningún lugar porque no era ni heterosexual ni lesbiana y no fui consciente de ello hasta que conocí a una amiga que se presentó como bisexual. En ese momento me di cuenta de que era allí donde encajaba, y fue un alivio", escribe por mail a este periódico.
Y es que tenemos claro que la bisexualidad es la gran desconocida para la sociedad en general. La manida frase:
-"Dice que es bisexual porque le pone los cuernos a su novia con un chico. Lo que pasa es que és un mariquita reprimido". Y esto estamos hartos de oirlo por boca de gais que practican su orientación con total normalidad.
El término bisexual no resulta nuevo en la sociedad, ni mucho menos en la literatura científica. Los casos más notorios fueron las teorías del padre del Psicoanálisis, Sigmund Freud quien aseguró que "todos en potencia éramos bisexuales" o los estudios del investigador Alfred Kinsey en la creación de la escala que establecía la orientación sexual de cada uno.
Actualmente, y según el argumentario de la Federación Estatal Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB), la bisexualidad se define como la orientación sexual de quienes sienten atracción sexual, emocional y/o romántica hacia personas de más de un género y/o sexo, no necesariamente al mismo tiempo, de la misma manera, al mismo nivel ni con la misma intensidad.
"Te fijas en la persona, independientemente de su sexo, una vez puede ser un hombre, otras una mujer. La gente piensa que nos tiene que gustar más una cosa u otra, pero no. Te atrae una persona, sea hombre o mujer", explica Julita García, coordinadora del área de bisexualidad de la FELGTB.
Porque, como afirman en El Mundo, los bisexuales 'No somos homosexuales encubiertos'
Todavía hoy el término sigue estando envuelto de mitos, desconocimiento y mucha, "mucha invisibilidad", lamenta Julita. El rechazo siempre está presente, añade por su parte Roberto (que no es su nombre real), un chico de 25 años. "Desde el momento que en que la gente cree y te dice que algún día saldrás del armario definitivamente, 'porque todo el mundo lo hace', dándoles la razón de que los bisexuales no existen, de que todo tiene que ser blanco o negro, cuando en el arcoiris existen más colores", afirma.
Las personas bisexuales, añade el experto, se enfrentan a los prejuicios, el estigma y la discriminación de las personas heterosexuales y también de homosexuales, lo que puede provocar sentimientos de aislamiento y marginación.
Los avances legales de los últimos años en este país, cuenta Mario de 25 años -del que también evitamos dar su nombre real-, han dignificado a todos los colectivos. Pero en el ámbito social, "las mejoras en el grupo homosexual no han venido acompañadas de una mejor aceptación de las personas bisexuales, más bien al contrario. Todo el mundo tiene amigos gays, pero, ¿cuántas chicas están dispuestas a iniciar una relación con un chico bisexual? Y si lo hacen, ¿cuál es la respuesta que reciben de su entorno (familia, amistades, lugar de trabajo)?, se pregunta. Existen aún muchos mitos, aunque que más que eso son prejuicios o discriminación en toda regla".
En realidad, manifiesta Francisco Cabello, director del Instituto Andaluz de Sexología y Psicología, la orientación sexual es algo muy complejo. "La perspectiva de la diversidad sexual hace que la sexualidad se exprese con distintas orientaciones: heterosexualidad, homosexualidad, bisexualidad, asexualidad y orientación parafílica de la sexualidad", explica.
Y esa diversidad, agrega, viene condicionada por los distintos niveles que conforman la sexualidad como son el sexo genético y morfológico, las ideas del individuo respecto a su cuerpo, las reflexiones frente al rol que la sociedad espera que la persona desempeñe o sus propias expectativas frente a su interacción con la sociedad, las conductas eróticas que practica o las implicaciones de todas estas disposiciones en su relación consigo mismo y con la sociedad.
Así, toda combinatoria conlleva tal diversidad que "es impropio, llegado el caso, hablar de bisexualidad, sino que resulta más coherente y apropiado hablar de bisexualidades", mantiene. Y si se aplica la misma dinámica a la heterosexualidad, señala, bien se vería que a tenor de tanta diferencia se concluye que existe un entrelazamiento, donde las definiciones, a costa de intrascendentes o innecesarias, ocupan poco lugar. Cuando esto se haga consciente, concluye Cabello, "probablemente habrá llegado el momento en que a nadie le llamará la atención la orientación sexual de otra persona".
El Mundo afirma que sobre la bisexualidad existen ocho mitos: promiscuidad, infidelidad, inmadurez, confusión...
Pero, ¿sabéis lo que pienso yo?, que el cuerpo de cada persona se lo maneje como quiera y pueda. Si te gustan los panes, come pan, y si te gusta la gaseosa, bebe gaseosa. Si te gustan los higos, las almejas y los calabacines, pues eso que te ganas. ¿M'explicao bien?
Si os apetece leer el articulo completito, que es interesante, podéis hacerlo en el siguiente enlace:
http://www.elmundo.es/salud/2013/11/25/529300ec0ab74087068b458d.html
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